El Boca de Dragón P.1

Ya recuerdo muy poco de aquella noche. Solo tengo vivo en mi memoria el sentimiento de preocupación y desespero con el que corría por los caminos de aquel bosque. Mis zapatos de tacón alto estaban llenos de barro, mis piernas estaban sucias debido a los pequeños charcos que se habían apoderado del suelo pues eramos testigos de una terrible lluvia de primavera.

¡BOOM! ¡BANG! ¡BANG! y más booms y bangs. Lograba escuchar el estruendo lejano de aquellas armas que poco a poco se habían tomado la pradera y habían hecho que nos refugiaramos en el bosque tenebroso. Seguía corriendo sin mirar atrás cuando, de pronto, lo escuché; el Boca de Dragón había lanzado su fulminante fuego y se había adueñado de nuestro reino. Un cañón de gran tamaño que por su malévolo ruido, se podía deducir que medía unos 4 metros de alto y era arrastrado por unas 13 vacas o toros.

Me detuve asustada, creo que todos lo hicimos pues el silencio inundó toda la región y no habían pasado ni 10 segundos cuando volvieron a despertarse los booms y bangs de aquella terrible noche.

- ¡El palacio ha sido tomado! ¡Protejan a la princesa Rea!- Pero Rea no estaba entre las siluetas que alcanzaba a reconocer gracias a los destellos del cielo y las armas. ¿Donde estaría Rea? Nuevamente se escuchó el rugir de aquella Boca de Dragón. ¡BOOM! ¡BANG! Esta vez lo escuchaba más cerca. ¡BOOM! ¡BANG! Otra vez los destellos iluminaron el bosque. Noté como mis zapatos pisaban otro de los charcos. ¡BANG! ¡BANG! Más disparos y muchos gritos a mi alrededor y de nuevo, más bangs. ¡BOOM! El dragón se escuchaba en mi cola. ¡BOOM! El suelo tembló. - ¡No dejen que entren al bosque! - Dijo la Reina Johanna. Yo seguía buscando a Rea en medio de la muchedumbre. - ¡Saturno! ¡No corras! ¡Salta, Coneja Rosa! -

¡BOOM! Este estallido fue más fuerte que el anterior, por lo que la onda nos tiró al suelo. Miré a la reina. No se veía muy bien. De inmediato lo supe, era el fin.